La cotidianidad de los días
La cotidianidad de los días
arrolla los segundos culminantes
de las pocas horas
que despuntan
en jornadas de tedio luminoso
e irreal.
Los dolores se hacen crónicos.
La suciedad tamiza las cosas
y las gentes,
homogeneizando lo perfilado,
mezclando las esencias
con un todo difuso.
El calor ya ha llegado
la humanidad se desparrama
por el cemento,
por las escasas umbrías,
y yo sueño con el invierno.
arrolla los segundos culminantes
de las pocas horas
que despuntan
en jornadas de tedio luminoso
e irreal.
Los dolores se hacen crónicos.
La suciedad tamiza las cosas
y las gentes,
homogeneizando lo perfilado,
mezclando las esencias
con un todo difuso.
El calor ya ha llegado
la humanidad se desparrama
por el cemento,
por las escasas umbrías,
y yo sueño con el invierno.
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