Cuento escatológico "ecologista"
Cerca de un estanque
de aguas cristalinas
vivía un viejo.
Todos los días,
excepto el domingo,
jornada en la que honraba
a la Santa Compaña,
el anciano meaba en el río
y cagaba en la orilla.
Cierta mañana,
mientras hacía de vientre,
una voz le llamó desde el agua.
-¡Viejo, anciano!
Era una trucha arcoiris de formidables colores.
En realidad un hada buena del bosque.
-¿No te das cuenta
que haciendo eso
contaminas el agua
en la que vivo?
El viejo,
limpiando su trasero
con un junco gordo,
le contestó.
-Pues no veo que tú cagues
en una troje.
El viejo esa noche cenó pescado.
FIN
de aguas cristalinas
vivía un viejo.
Todos los días,
excepto el domingo,
jornada en la que honraba
a la Santa Compaña,
el anciano meaba en el río
y cagaba en la orilla.
Cierta mañana,
mientras hacía de vientre,
una voz le llamó desde el agua.
-¡Viejo, anciano!
Era una trucha arcoiris de formidables colores.
En realidad un hada buena del bosque.
-¿No te das cuenta
que haciendo eso
contaminas el agua
en la que vivo?
El viejo,
limpiando su trasero
con un junco gordo,
le contestó.
-Pues no veo que tú cagues
en una troje.
El viejo esa noche cenó pescado.
FIN
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