Tormentos varios
Fingí la muerte de mi ardilla
cuando estaba más viva
y ahora que apesta
la quiero resucitar
con vanas oraciones
a dioses olvidados
Hay alguien ahí,
grito en la caverna.
Los murciélagos y el silencio
por respuesta.
Cavo en la tierra negra del páramo
buscando un sonrisa suya.
Alquitrán y ponzoñosas aguas
ratones muertos
caracoles azules
y la nada de saberme perdido.
La cabeza se me va hacía las Pléyades
no es posible anclarse al suelo.
La gravedad ha desaparecido al mediodía.
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