lo cotidiano
Un cuarto de hora antes
ya me había despertado,
el despertador sonó,
invitando a mi cuerpo
al nuevo día.
Las noticias sonaban lejanas,
temperaturas de muchos sitios.
El cuerpo reaccionó
pero a lo mejor no
mi mente, que aún
permanecía en el mundo onírico
alejado del bullicio real,
de los pájaros piando
del despuntar del día.
Cuando salgo a la calle
llevo el pelo limpio
pero no lo demás.
No me dio tiempo
al final.
La clase de estadística,
el desayuno,
mirar los correos,
lo cotidiano.
ya me había despertado,
el despertador sonó,
invitando a mi cuerpo
al nuevo día.
Las noticias sonaban lejanas,
temperaturas de muchos sitios.
El cuerpo reaccionó
pero a lo mejor no
mi mente, que aún
permanecía en el mundo onírico
alejado del bullicio real,
de los pájaros piando
del despuntar del día.
Cuando salgo a la calle
llevo el pelo limpio
pero no lo demás.
No me dio tiempo
al final.
La clase de estadística,
el desayuno,
mirar los correos,
lo cotidiano.
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