Nattvardsgästerna
En estas fechas lúgubres en la que las calles huelen a sangre y a muerte os recomiendo fervientemente que veais "Los comulgantes" de Ingmar Bergman. Los sufrimientos de Cristo no son físicos, sino más bien psiquicos, según el autor sueco. Un tullido y jorobado monagillo le dice al padre Ericcson, pastor luterano en crisis de fe, que no cree que Cristo sufriera por el dolor, pues dice que él mismo ha padecido en su cuerpo más que Jesús en la cruz. Cristo sufrió por que sus amigos, sus discípulos le vendieron, le traicionaron, le negaron y lo abandonaron a su suerte en el Gólgota.
Libro de Mateo, Capítulo 27
Arresto de Jesús
26:47 Mientras todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.
26:48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle.
26:49 Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó.
26:50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron.
26:51 Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja.
26:52 Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán.
26:53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?
26:54 ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?
26:55 En aquella hora dijo Jesús a la gente:¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis.
26:56 Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas.Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.
Pedro niega a Jesús
26:69 Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo.
26:70 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices.
26:71 Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús el nazareno.
26:72 Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.
26:73 Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre.
26:74 Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo.
26:75 Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho:Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.
Libro de Mateo, Capítulo 27
Arresto de Jesús
26:47 Mientras todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.
26:48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle.
26:49 Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó.
26:50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron.
26:51 Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja.
26:52 Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán.
26:53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?
26:54 ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?
26:55 En aquella hora dijo Jesús a la gente:¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis.
26:56 Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas.Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.
Pedro niega a Jesús
26:69 Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo.
26:70 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices.
26:71 Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús el nazareno.
26:72 Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.
26:73 Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre.
26:74 Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo.
26:75 Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho:Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.
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